Ubicado en el norte de Mallorca, Puerto Pollensa se ha consolidado como uno de los destinos más emblemáticos para los amantes del ciclismo. Rodeado por la imponente Serra de Tramuntana —declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO— y con un clima ideal durante gran parte del año, este rincón mediterráneo combina paisajes espectaculares, carreteras bien asfaltadas y una infraestructura perfecta para ciclistas de todos los niveles.

Un destino para todos los ciclistas

Puerto Pollensa ofrece rutas para todos los gustos: desde suaves paseos costeros hasta desafiantes ascensos de montaña. Los ciclistas aficionados pueden disfrutar de recorridos tranquilos bordeando la costa, mientras que los más experimentados encontrarán verdaderos retos en subidas como Coll de Femenía o el famoso Cap de Formentor, una ruta escénica que serpentea hasta el icónico faro con vistas que quitan el aliento.

Cicloturismo con servicios de primera

Gracias al auge del ciclismo en la isla, Puerto Pollensa cuenta con una amplia red de hoteles bike-friendly, tiendas especializadas como 2GoCycling, talleres de reparación y empresas de alquiler de bicicletas de alta gama. No es raro ver grupos de ciclistas entrenando en primavera, cuando equipos profesionales europeos aprovechan el clima suave y las condiciones óptimas para la preparación de temporada.

Más allá del ciclismo: gastronomía, cultura y relax

Después de una jornada de pedaleo, Puerto Pollensa te invita a relajarte en su hermoso paseo marítimo, rodeado de palmeras y con vistas al mar. Allí encontrarás numerosos bares, cafeterías y restaurantes donde disfrutar de la gastronomía local, con platos como el tumbet, la pa amb oli o el pescado fresco del día.

También puedes aprovechar para visitar el centro histórico de Pollença, subir los escalones del Calvari o pasear por su mercado semanal lleno de productos locales y artesanía mallorquina. Las playas cercanas, como Cala Sant Vicenç o la propia bahía de Pollensa, son perfectas para terminar el día con un baño en aguas cristalinas.